lunes, 22 de julio de 2013

Hannah Arendt. Una peli necesaria.

La semana pasada fui a ver Hannah Arendt, película alemana absolutamente imprescindible, que explica la teoría de la “banalización del mal” que la filósofa judío-alemana desarrolló tras asistir en 1961 al juicio de Adolf Eichman en Tel Aviv.

Os resumo: según Arendt, Eichman, uno de los artífices de “La Solución Final”, no era especialmente antisemita, ni especialmente retorcido, ni un enfermo mental. Eichman lo único que quería era ascender en su carrera profesional y se limitaba a cumplir órdenes de sus superiores sin pensar en las consecuencias que éstas pudieran acarrear. Era lo que podríamos llamar un empleado fiel y eficiente…

Pues bien, desde que salí del cine, no he dejado de pensar en esos empleados fieles y eficientes que “colocaron” preferentes a jubilados y pequeños ahorradores como si no hubiera un mañana, en esos empleados fieles y eficientes que firman desahucios un día sí y otro también, en esos empleados fieles y eficientes cuya labor es justificar los desmanes de sus jefes, en esos empleados fieles y eficientes que maquillan cuentas para defraudarnos a todos, en esos empleados fieles y eficientes que se han dedicado a especular durante los últimos años dejando al lado la más mínima decencia, y en tantos grandes profesionales (a cualquier cosa se le llama gran profesional)  que, en pro de su beneficio personal, jamás se han parado a pensar en las consecuencias que  pueden tener sus actos para miles de personas.

Id a ver Hannah Arendt. Una película que, quizá, sirva para que empecemos a pensar. Pensar todos los días de nuestra vida antes de tomar cualquier decisión.

Pensar, pensar y pensar. Porque, ¿de qué sirve ser un empleado fiel y eficiente o un gran profesional cuando tienes que taparte la nariz cada vez que te miras al espejo? 

1 comentario:

Qué Acierto! dijo...

Iré. No lo de dudes.